sábado, 26 de septiembre de 2009

Falta ser muy pendejo para no saber de quien hablo... Y que tú lo quieras ignorar, a sabiendas de que por ti la poeta volvio a resucitar!!!

Te entregue el cuerpo antes que el corazón, has alterado ya mi razón, y mis anhelos de no volverme a enamorar comienzas a perturbar. No son tus ojos que algún día se han de comer los gusanos, tampoco tu piel tan delicada y especial, no es ni siquiera el animal que eres en la cama, ni esa risa tan peculiar.
Es tal vez esa canción que nos hace vibrar, o el chiste que no te puedo contar, y más aun el numero de servilletas que usamos al merendar.
¿Podrías no ser el amigo que solo quiere platicar? ¿O el hombre que solo sexo puede dar? Quiero que tu presencia desnuda en mi cama no sea efímera y fría, quiero que te quedes a cenar, platicar mientras limpiamos nuestros oídos, eso en lugar de solo fornicar.
Quiero hacerte creer otra vez, ser esa musa que tanto anhelas tener, llenarte de detalles al amanecer… ¿Sera tan difícil que me llegues a querer? Tomando en cuenta que tampoco soy tu tipo de mujer, mientras que tú con una sola mirada me puedes enloquecer. . .

domingo, 20 de septiembre de 2009

Prefiero vivir sin amor…

¿Para qué quiero amar? Al hacerlo, hay muchas cosas de las que me puedo lamentar y si en mi poder está; no me pienso arriesgar.
No estoy hablando del amor fraternal; me refiero al efímero: al amor pasional… al que con una mirada se puede lograr y tan solo con una palabra terminar.
El hecho de compartir con alguien mi vida; mil problemas me puede acarrear…
Podría terminar con anemia y al poco tiempo morir, pues si a mi lado estas; de mi cuenta corre que hambre nunca pasarás.
Si te amo; tus besos exigiré y eso peligroso puede resultar, ya que sin darme cuenta; de tuberculosis me podrías infectar.
Si me abstengo y me mantengo sin amor; mi existencia puedo asegurar… quizás al enamorarme mi vida a insegura y peligrosa tornará.
Quién me garantiza que al juntos estar, a la cárcel no podría ir a dar; piensa que si alguien te llega a dañar, por ti hasta podría matara aunque mi libertad tenga que arriesgar.
Ó peor aún; parapléjica quedar, si un día de tanto extrañarte, al verte corra sin cesar y por precaución no tomar, un mal paso pueda dar, y de la caída, como consecuencia; mi cerebro se fragmentará al grado que mi movilidad paralizará.
Pueden llamarme paranoica, pero prefiero detenerme y pensar que tanto daño me puedes causar; así mis actos mido y evito que lo peor me pueda ocurrir.
No; ¡Tampoco soy anormal!, pues nadie imagina cuan grande son mis ganas de amar, a pesar de que la muerte me pueda asediar.
Este mal del que sufro, va más allá de la paranoia y lo anormal; esto que tengo; cobardía se ha de llamar… soy una cobarde al no querer intentar.
Es sólo que tengo miedo; miedo a que puedas morir de obesidad, o que si tuberculosis tenemos; la muerte llegue a ti antes que a mí y vivir en soledad.
Lloro tan solo con pensar que si mi condena tengo que pagar y un cereso habite; nunca me llegues a visitar.
Soy cobarde pues no quiero ni imaginar que cuando mi cuerpo ya no se mueva; quieras sentir una fisionomía nueva; pues de la mía te aburrí.
Soy cobarde; de sobra lo sé, pero me aterra pensar que me llegues a lastimar. Y no hablo de mi cuerpo, pues esas heridas un día cicatrizarán… temo al corazón dañar; pues esas llegas no son fácil de sanar, y con el paso del tiempo en estigmas se convertirán.
Temo a que no me llegues amar a sabiendas de lo que por ti puedo arriesgar.